La gran historia de amor de J.R.R. Tolkien

Un autor no necesita hablar de su vida íntima en persona. Ya lo hace en sus libros. He aquí los personajes de ficción que Tolkien creó en honor a su historia de amor.

    Detengámonos un momento y leamos dos buenas historias:

    En primer lugar tenemos la historia de Lúthien. Que fue, según el legendarium de Tolkien, una princesa elfa famosa por ser ni más ni menos el ser más bello que ha habitó en el mundo de Arda. (El mundo del Señor de los Anillos). Vivía en Doriath, ciudad de gran hermosura que estaba protegida por un bosque que no permitía entrar a extraños y tampoco permitía que los elfos saliesen a voluntad.

    Por otro lado estaba Beren, un humano de gran fama por ser un príncipe guerrero de la casa de Bëor. Su reino, asolado por las orcos de Morgoth (Maestro de Sauron) fue destruido poco a poco hasta que sólo quedó Beren, que huyó y se refugió en los bosques.

    Estos bosques no permitían pasar a extraños pero en esta ocasión hicieron una excepción, y malherido, Beren vagó por los bosques hasta que se encontró con una doncella elfa que bailaba y cantaba en el bosque. Él la perdió de vista y la buscó durante varios días llamándola Tinúviel, que significa ruiseñor, pues sus oídos la elfa cantaba como tal. Con el tiempo la encontró y se conocieron. Se enamoraron y se juraron amor eterno.

luthien014lq

    Ella era, como habréis deducido, Lúthien la princesa elfa. Pese a su sangre inmortal, quería estar con Beren, destinado a morir. Tras decidir que se casarían pidieron permiso al Rey de los elfos, pero éste se negó rotundamente. Sólo una muestra de valor le haría cambiar de idea: Beren le tendría que traer un Silmaril. (Una de las tres joyas más preciosas conocidas y que se hallaba en la corona de Morgoth, el gran señor del mal que, junto con Sauron, perseguía a Beren desde hacía años).

    Berén aceptó el reto pese a saber que se trataba de una hazaña imposible para cualquier ser de Arda.

    Se encaminó a su gesta pero tras varias batallas acabó como prisionero en las mazmorras de Sauron. Las tristes noticias llegaron a oídos de Lúthien que huyó de su ciudad en contra de la voluntad de su padre montada a lomos de su fiel perro Huan. Liberó a Beren y juntos, en una encarnizada batalla, mataron a Sauron que huyó en forma de espíritu. Una vez llegados a las oscuras estancias de Morgoth, Lúthien durmió a todos con un cántico y Beren aprovechó para extraer el Silmaril.

Nightfall

     No obstante, pese a haber logrado su objetivo, no les dio tiempo a huir sin que sus enemigos se despertasen. Un fiel amigo de Sauron y Morgoth conocido como Carcharoth el licántropo atacó a Beren y  le arrancó la mano dejándolo gravemente herido. En un sangriento enfrentamiento el príncipe humano luchó contra el hombre lobo para proteger el silmaril  y así poder casarse con Lúthien. Le dio muerte pero tras el combate sus fuerzas le abandonaron.

     Beren murió a causa de sus heridas. Pero antes de expirar le prometió a Lúthien que la esperaría las Estancias de los Muertos, también conocidas como las Estancias de Mandos, situadas en la orilla del Mar Occidental, en Aman, donde las olas de Ekkia chocan contra las tierras imperecederas. En este lugar los elfos, los enanos y los humanos eran juzgados según sus actos en vida y según su raza sea iba a una estancia u otra.

    Lúthien, que murió de pena poco después, llegó a estas estancias cantando una canción que conmovió al mismísimo Señor de la Muerte. Al terminar la canción la princesa elfa comenzó a llorar a los pies de Mandos pues no podría estar con Beren ni en vida ni en muerte.

    El Señor de la Muerte, conmovido,  hizo única excepción y les concedió una oportunidad: que ambos viviesen como mortales un tiempo más. Lúthien aceptó perdiendo así la inmortalidad… pero teniendo a Beren.

   Esta historia, con el tiempo, se consideró en el mundo de Arda como la mejor demostración de amor verdadero. Beren y Lúthien engendraron hijos, y a su estirpe pertenecieron, entre otros, Elrond y Arwen.

    Como curiosidad diré que en la primera película del Señor de los Anillos, Frodo al escuchar cantar a Aragorn, le pregunta que qué canta. Aragorn le responde que canta sobre Lúthien. El hobbit quiere saber qué pasa con ella al final y el montaraz responde tristemente: “Murió”. (Recordemos que su situación con Arwen era similar a la historia anterior).

    Ahora vayamos a por la segunda historia que este caso no es de fantasía.

    El protagonista es un profesor anglosajón de literatura. Nació en Sudáfrica en 1982 y pronto se trasladó a Inglaterra. Ahí, desde pequeño, acostumbró a pasar el tiempo haciendo escapadas para visitar lagos, montañas y campos de las cercanías. En ese apacible lugar disfrutaba jugando en casa de su tía, una finca llamada Bag End*.

    Pero a una edad muy temprana las cosas se complicaron: su madre murió y quedó huérfano por lo que fue acogido en un orfanato católico. Ahí continuó sus estudios destacando especialmente en poesía, historia y filología.

    A la edad de 16 años conoció en este orfanato a una joven chica llamada Edith Mary Bratt. Nuestro protagonista se enamoró perdidamente de ella y este amor, además, era correspondido. Pero el padre Xavier, que regentaba este orfanato, se opuso a esta relación y les prohibió estar con contacto hasta que no fuesen mayores de edad.

  Cinco años más tarde este joven estaba a punto de acabar sus estudios de Filología con honores en la Universidad de Oxford. El día que este joven cumplió 21 años le envió una carta a Edith  y le dijo que aún seguía enamorado de ella. Ambos quedaron y de nuevo comenzaron una relación. Tres años más tarde se casaron y vivieron una larga vida juntos.

    Unos años después nuestro protagonista fue reclutado por el Ejército de Inglaterra para  ir a combatir en las fríos y crueles campos de batalla de la Primera Guerra Mundial. Ahí fue víctima de una una grave enfermedad conocida como «fiebre de las trincheras» y, tras una larga enfermedad, se le permitió volver a casa.

    Su estado, tras la enfermedad, era muy débil y habitualmente se forzaba a sí mismo a tomar el aire y a salir de casa para a pasear su mujer. En una ocasión la pareja caminaba por un bosque de cicutas y nuestro protagonista necesitó, como era frecuente, descansar un un momento.  Ahí, en medio de aquel bosque de flores blancas, su mujer decidió intentar sacarle una sonrisa: se puso a bailar y cantar para él, quedando este recuerdo en su memoria durante años.

     La vida de la pareja fue larga y completa. Edith murió en 1971 y desde entonces la salud de su marido empeoró rápidamente hasta que finalmente murió en 1973.

    Como muchos ya habrán adivinado nuestro protagonista es John Ronald Reuel Tolkien, más conocido como J.R.R. Tolkien, autor de la primera historia que hemos contado y un ejemplo de cómo los hechos vividos por los escritores en muchas ocasiones se ven reflejados en sus novelas.

    Quizá haya que forzar un poco la vista pero merece la pena leer lo que pone en la tumba de Tolkien:

beren y luthien
Edith Mary Tolkien
Luthien
1889 – 1971
Reuel Tokien
Beren
1892 – 1973

*Bag End, la granja donde jugaba Tolkien, en castellano se traduce como Bolsón Cerrado.